Algunas cosas en una ventana indiscreta... Leer "El cine según Hitchcock" no cambió mi opinión sobre el director inglés sino sobre Truffaut, el autor del libro. Me hizo apreciar más a los tipos de la "nouvelle vague" porque no actuaron como fatuos críticos ensoberbecidos sino como cinéfilos. La crítica americana desprecia el suspense y eso se ve con toda claridad en la escasez de premios con que Hitchcock fue bendecido a lo largo de su carrera. "Nunca me dieron un Oscar", le dice a Truffaut. El año 1955 se entregaron los premios de la Academia y también los Bafta, a todos los cuales estaba nominada esta película y su director. La ristra de premios se los llevó "La ley del silencio" , de Elia Kazan, estrenada ese mismo año de 1954. Ni siquiera Edith Head, la encargada del vestuario de Grace Kelly, se llevó el Oscar por esta película. Los nominados de ese año a cualquiera de las modalidades podían ser ganadores y llenar sus estanterías de esta
(Portada de El caso de Betty Kane, publicado en castellano por Hoja de Lata) Estoy entusiasmada con este libro . Me ha cogido por sorpresa. Es una de esas compras que haces sin saber muy bien por qué. O sí, el diseño de la portada, el título, el hecho de que sea de una editorial desconocida hasta ahora para mí. El caso es que he acertado y mi olfato lector no se ha equivocado tampoco esta vez. Estoy entusiasmada. Podríamos resumir la cosa diciendo: he aquí una educada excentricidad convertida en argumento y plasmada en personajes tan improbables como auténticos. El protagonista es Robert Blair , un abogado formal, ceremonioso, cuarentón, buena persona, anclado en una vida rutinaria, tanto a nivel profesional, en una firma "de toda la vida", como en su vida personal. Vive con su tía Lin y todo está perfectamente organizado, tanto las compras domésticas, como la tarta de manzana, como las cenas y la vida social. Juega al golf, charla con sus amigos, atiende